Para abordar la reconstrucción del proyecto histórico de las y los trabajadores, es necesario comprender aspectos organizativos propios de este sector, los cuales han tenido en el sindicalismo su principal expresión. Sin embargo, sus raíces van más allá y se encuentran precisamente en la construcción de un movimiento obrero con múltiples expresiones organizativas que han dado cuenta de iniciativas no solamente reivindicativas, sino que se materializaron en propuestas políticas, culturales, económicas y territoriales. La cooptación, el legalismo, así como la violencia ejercida desde los capitalistas y el Estado, han contribuido al olvido y abandono de la historia y experiencia del movimiento obrero, las cuales hoy exigen su recuperación.
El abordar la historia desde los pueblos ha permitido encontrar y redescubrir programas político-ideológicos, a manera de ejemplo, en 1919 los obreros se organizan a través del Congreso Obrero Nacional, el cual daría origen al Partido Socialista, que buscaba distanciar a los trabajadores de las toldas liberales y conservadoras para hacer de la organización política un escenario para las demandas de la clase obrera así como sus aspiraciones políticas en la lucha por un sociedad justa y equitativa. Más tarde, de la mano de María Cano, Mahecha, Torres Giraldo entre otros, el movimiento obrero y sindical desataría inolvidables jornadas de lucha y construcción de propuestas de nueva sociedad.