La Descertificación, continuidad del Dispositivo Geopolítico

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El Chantaje como Política Exterior
En la madrugada del 15 de septiembre Donald Trump, acompañado por su Secretario de Estado Marco Rubio, anunció que Colombia había “fallado demostrablemente” en sus obligaciones antidrogas. Sin embargo, en el mismo comunicado, activó una exención que mantiene intacta toda la cooperación bilateral (U.S. Department of State, 2025). Esta aparente contradicción —descertificar pero eximir— revela la verdadera naturaleza del mecanismo: no se trata de evaluar el desempeño antinarcóticos, sino de establecer una presión permanente sobre el gobierno colombiano.
La última vez que Colombia enfrentó esta situación fue en 1997, cuando el gobierno de Ernesto Samper, salpicado por el Proceso 8.000 y los vínculos documentados con el Cartel de Cali, fue descertificado sin exención. Las consecuencias afectaron directamente la economía colombiana aportando a una recesión económica del 6% y desempleo del 18%, “la peor crisis económica en 70 años” para algunos. Petro mismo lo recordó en su discurso ante la ONU: “La última vez que fuimos descertificados, el país entró en la peor crisis económica de su historia moderna”.
La Construcción Selectiva de la “Falta de Voluntad”
La respuesta yace en la arquitectura misma del dispositivo de descertificación y su aplicación selectiva. Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2024), Colombia efectivamente alcanzó niveles históricos de cultivos de coca en 2023: 253,000 hectáreas cultivadas, representando el 61% de la producción global. La producción potencial de cocaína aumentó 53%, alcanzando 2,664 toneladas métricas. Estos son los datos que Trump y Rubio privilegian en su narrativa.
Sin embargo, el mismo período registró las incautaciones más grandes de la historia colombiana. Petro señaló: “Nos descertifican después de que somos los que más cocaína hemos incautado en toda la historia, los que hemos desmantelado miles de laboratorios”, pero aunque aparentemente desafía a Trump y la guerra contra las drogas, en realidad rinde cuentas a una de las exigencias del dispositivo como son intensificar las incautaciones.
Oculta así que el trafico de drogas opera como cualquier negocio, donde operan las leyes de la oferta y la demanda. Así las cosas las incautaciones son un mecanismo de regulación del mercado, al haber menos producto los precios suben, y en ese contexto los monopolios o grandes carteles tienen ganancias adicionales. La droga que se pierde por incautaciones en Colombia será reemplazada por la cocaína ecuatoriana o peruana. Esta selectividad en la interpretación de datos no es accidental; es estratégica.
El contraste con Ecuador ilustra perfectamente este doble rasero. Mientras Marco Rubio visitaba Quito el 4 de septiembre de 2025 para respaldar “sin reservas” al gobierno de Daniel Noboa, las estadísticas revelaban una realidad incómoda: el 70-80% de la cocaína que llega a Estados Unidos transita por el corredor Pacífico colombo-ecuatoriano, y Ecuador solo logra interceptar el 32% de lo que cruza su territorio. Sin embargo, Ecuador no enfrenta amenazas de descertificación. La diferencia no radica en la efectividad antinarcóticos, sino en el alineamiento geopolítico.
Aún más revelador resulta el tratamiento del Clan del Golfo, la organización criminal más grande de Colombia con aproximadamente 13,000 miembros armados. Mientras el gobierno colombiano negocia con este grupo en Catar —conversaciones que comenzaron en diciembre de 2023 y se formalizaron públicamente en septiembre de 2025—, Estados Unidos aún no lo designa como organización terrorista extranjera. Este doble estándar sugiere que Washington utiliza sus designaciones no como respuesta a amenazas reales, sino como herramientas de presión política.
Los Tres Escenarios de una Estrategia Coordinada
Primer Escenario: La Presión Política Directa
La descertificación con exención constituye lo que analistas han denominado “una bofetada en la muñeca con repercusiones limitadas”. Es una amenaza suspendida que puede activarse completamente en cualquier momento. El gobierno Petro lo entiende perfectamente. Sus intentos de anticipar la descertificación —incluyendo el anuncio fallido sobre el retorno a la aspersión aérea con glifosato— demuestran el poder coercitivo del mecanismo incluso antes de su activación.
La cooperación antidrogas representa aproximadamente $450 millones anuales en ayuda estadounidense, pero más importante aún, legitima internacionalmente, por lo menos en los escenarios pro occidentales, las políticas de seguridad colombianas. La amenaza de perder esta legitimación fuerza al gobierno a hacer concesiones que contradicen sus propias políticas, como evidenció el giro discursivo sobre la aspersión aérea que finalmente nunca se concretó.
Segundo Escenario: La Intervención Electoral
El momento de la descertificación no es casual. A menos de un año de las elecciones presidenciales de 2026, el anuncio proporciona munición política invaluable a la oposición colombiana. La visita coordinada de los alcaldes de las principales ciudades colombianas a Washington del 7 al 9 de septiembre —Carlos Fernando Galán (Bogotá), Federico Gutiérrez (Medellín), Alejandro Eder (Cali), entre otros— revela una coordinación entre actores locales y Washington que trasciende la diplomacia tradicional.
Vicky Dávila, quien lidera las encuestas con 15.1%, ya ha comenzado a utilizar la descertificación como evidencia del “fracaso de la política de seguridad” del gobierno Petro. El fantasma de Samper y el Proceso 8.000 resurge estratégicamente en el imaginario colectivo, estableciendo una narrativa del “regreso necesario” al alineamiento tradicional con Estados Unidos.
La descertificación así cumple una doble función: debilita al gobierno actual mientras fortalece a candidatos más alineados con los intereses estadounidenses. Como observó el International Crisis Group (2025), “la descertificación parece diseñada tanto para presionar al gobierno actual como para influir en el próximo ciclo electoral”.
Tercer Escenario: El Control Regional Ampliado
La descertificación de Colombia debe interpretarse dentro de un contexto regional más amplio. La administración Trump ha intensificado las presiones sobre gobiernos no alineados en toda América Latina. Las operaciones navales contra el supuesto “Cartel de los Soles” venezolano, las presiones sobre Brasil por el caso Bolsonaro, y el respaldo incondicional a gobiernos alineados como el de Noboa en Ecuador, configuran un patrón claro de reconfiguración geopolítica.
Así mismo, esta desertificación favorece la idea del gobierno Trump de plantear al narcotráfico como un problema regional, que va más allá de venezuela y ya estaría afectando otros estados de la región y las relaciones estratégicas con el estado colombiano.
La narrativa antinarcóticos funciona en América Latina como las “armas de destrucción masiva” funcionaron en Medio Oriente: una justificación para intervenciones que persiguen objetivos geopolíticos más amplios. Trump mismo lo sugirió al designar a los carteles como organizaciones terroristas, autorizando potencialmente operaciones militares directas en territorio soberano latinoamericano.
Las Contradicciones del Progresismo en el Poder
La respuesta del gobierno Petro a la descertificación expone las contradicciones fundamentales de los gobiernos progresistas latinoamericanos cuando enfrentan la presión imperial. Por un lado, Petro denuncia enérgicamente el mecanismo: “¿Con qué derecho bajo el derecho internacional puede un presidente de un gobierno extranjero descertificar a otro que fue elegido por su propio pueblo?”. Por otro, su gobierno mantiene intactas las estructuras de dependencia: más allá de las siete bases militares estadounidenses que operan en territorio colombiano, la doctrina militar sigue formándose en la Escuela de las Américas, y los programas de cooperación con Israel continúan sin modificaciones sustanciales. Solamente en Julio de este año Estados Unidos donó nuevas instalaciónes militares al Ejercito Colombiano y en general el sometimiento a la estrategia gringa en la región es casi total.
Esta ambigüedad no es exclusiva del tema antidrogas. El gobierno Petro consistentemente articula posiciones discursivas de ruptura mientras sus prácticas institucionales permanecen atadas a las inercias del Estado colombiano. La amenaza de prescindir del armamento estadounidense, anunciada tras la descertificación, ilustra perfectamente esta dinámica: es una declaración simbólica sin plan de implementación real, considerando que el 85% del equipamiento militar colombiano es de origen estadounidense.
Entre la Militarización y el Realineamiento
Entonces emerge, o se consolida un escenario crítico para la autonomía colombiana y regional donde el dispositivo geopolítico se configura como un El Plan Cóndor 2.0. Ya no mediante dictaduras militares clásicas, sino a través de lo que podría denominarse “democracias capturadas”: gobiernos formalmente democráticos pero funcionalmente subordinados a intereses estadounidenses, utilizando el lawfare, la presión económica y la narrativa antinarcóticos como mecanismos de disciplinamiento. La descertificación sería apenas un componente de una arquitectura más sofisticada de dominación que combina elementos legales, económicos, mediáticos y, cuando sea necesario, militares.
Entre estos contextos el escenario más probable implica una intensificación gradual pero constante de la militarización territorial, mayor represión contra el campesinado cocalero —más de 200,000 familias dependen directamente del cultivo de coca—, y un realineamiento de los actores armados ilegales en función del nuevo contexto político. Los grupos criminales ya están reposicionándose, anticipando el posible retorno de políticas represivas que históricamente han acompañado los procesos de recertificación.
Conclusión: La Trampa de la Certificación
El debate no debería centrarse en cómo recuperar la certificación, sino en cuestionar la legitimidad misma del dispositivo. Mientras Colombia y la región acepten que Estados Unidos tiene autoridad para “certificar” sus esfuerzos soberanos, permanecerán atrapados en una relación neocolonial apenas disfrazada de cooperación.
Los datos son elocuentes en su contradicción: Colombia produce el 70% de la cocaína mundial pero también realiza el 60% de las incautaciones globales. El 92% de la cocaína que llega a Estados Unidos es de origen colombiano, pero el 84% ingresa por México, no directamente desde Colombia. Estas paradojas sugieren que el problema trasciende las capacidades o voluntades nacionales y requiere enfoques multilaterales genuinos, no mecanismos unilaterales de presión.
La verdadera descertificación necesaria es la del modelo prohibicionista mismo. Después de cinco décadas y más de $14 mil millones invertidos solo en Colombia desde el Plan Colombia, los cultivos y la producción alcanzan máximos históricos. El fracaso no es de Colombia; es del paradigma. Pero este debate estructural permanece sistemáticamente vetado, precisamente porque privaría a Estados Unidos de su principal herramienta de intervención en la región.
El gobierno Petro, atrapado entre su retórica transformadora y las realidades del poder, ejemplifica el dilema de los progresismos latinoamericanos del siglo XXI. La descertificación, más que un juicio sobre la política antidrogas colombiana, constituye un recordatorio de los límites que el imperio impone a cualquier intento de autonomía en lo que aún considera su “patio trasero”. La pregunta no es si Colombia será recertificada, sino si América Latina podrá algún día liberarse de la necesidad de certificación externa para validar sus políticas soberanas.
Referencias
Embajada de EE.UU en Colombia. (2025, 2 de Julio). Estados Unidos dona nuevas instalaciones militares al Ejército de Colombia fortaleciendo la seguridad regional y la cooperación bilateral. https://co.usembassy.gov/es/estados-unidos-dona-nuevas-instalaciones-militares-al-ejercito-de-colombia-fortaleciendo-la-seguridad-regional-y-la-cooperacion-bilateral/
CNN en Español. (2025, 15 de septiembre). EE.UU. descertifica a Colombia en la lucha contra el narcotráfico, pero seguirá financiando al país. https://cnnespanol.cnn.com/2025/09/15/colombia/trump-descertifica-narcotrafico-trax
El Colombiano. (2025, 14 de septiembre). Descertificación: los escenarios de Petro ante decisión de EE. UU. https://www.elcolombiano.com/colombia/descertificacion-escenarios-gustavo-petro-eeuu-IK29105962
El Espectador. (2025, 16 de septiembre). EE. UU. descertifica a Colombia: ¿Qué significa y qué implica? https://www.elespectador.com/mundo/america/eeuu-descentrifica-a-colombia-que-significa-y-que-implica
El Tiempo. (2025a, 15 de septiembre). Las condiciones que puso Donald Trump para considerar el cambio de la descertificación de Colombia en lucha antidrogas. https://www.eltiempo.com/mundo/eeuu-y-canada/las-condiciones-que-puso-donald-trump-para-considerar-el-cambio-de-la-descertificacion-de-colombia-por-parte-de-estados-unidos-en-lucha-antidrogas-3490996
El Tiempo. (2025b, 15 de septiembre). Hora cero para la certificación: lo que se juega Colombia ante inminente decisión de Donald Trump. https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/hora-cero-para-la-certificacion-lo-que-se-juega-colombia-ante-inminente-decision-de-donald-trump-3490610
Infobae. (2025a, 16 de septiembre). Gustavo Petro anticipó que Estados Unidos descertificará a Colombia en la lucha antidrogas: así lo dio a conocer. https://www.infobae.com/colombia/2025/09/16/gustavo-petro-anticipo-que-estados-unidos-descertificara-a-colombia-en-la-lucha-antidrogas-asi-lo-dio-a-conocer/
Infobae. (2025b, 16 de septiembre). Qué es la descertificación parcial y cuáles son las consecuencias para Colombia de la decisión del Gobierno Trump. https://www.infobae.com/colombia/2025/09/16/que-es-la-descertificacion-parcial-y-cuales-son-las-consecuencias-para-colombia-tras-la-decision-de-estados-unidos/
Infobae. (2025c, 16 de septiembre). Senador estadounidense celebró la descertificación de Colombia y culpó a Petro de la sanción. https://www.infobae.com/colombia/2025/09/16/senador-estadounidense-celebro-la-descertificacion-de-colombia-y-culpo-a-petro-de-la-sancion-trump-tomo-la-decision-correcta-empeoraron/
Infobae. (2025d, 17 de septiembre). Ministro de Hacienda aseguró que economía de Colombia seguirá creciendo pese a la descertificación de Estados Unidos. https://www.infobae.com/colombia/2025/09/17/colombia-sostiene-su-crecimiento-economico-pese-a-la-descertificacion-de-estados-unidos-segun-el-ministerio-de-hacienda/
Semana. (2025a, 15 de septiembre). Descertificación Colombia: gobierno Trump asegura que el fracaso de la lucha antidrogas recae únicamente en el “liderazgo político” de Gustavo Petro. https://www.semana.com/mundo/articulo/atencion-este-es-el-comunicado-del-gobierno-de-donald-trump-que-anuncia-la-descertificacion-a-colombia/202557/
Semana. (2025b, 22 de septiembre). “Soy un presidente descertificado”: así se presentó Gustavo Petro en evento de la ONU en Nueva York. https://www.semana.com/politica/articulo/soy-un-presidente-descertificado-asi-se-presento-gustavo-petro-en-evento-de-la-onu-en-nueva-york/202552/