Por: Alejandro Mantilla Q. – CEDINS
Corría Octubre de 2005. Un octubre no tan lejano, aunque algunos asuntos eran diferentes. Álvaro Uribe estaba en el gobierno y era aliado incondicional de Juan Manuel Santos, por ejemplo. Pero había otras diferencias más importantes. En aquellos tiempos no tan lejanos el movimiento campesino no lograba movilizaciones importantes, la mayoría de sindicatos estaban en letargo y el movimiento estudiantil no pasaba de ser un recuerdo evocado en la bohemia de algunos encanecidos. Corrió ese octubre y caminó la Minga. Primero fue la liberación de la madre tierra en el Cauca, luego vino la Minga Embera, y luego caminaron decenas de pueblos, caminaron los Nasa, los Kokonuko, los Misak, los Pijao, los Wounaan, caminaron miles de hombres y mujeres indígenas. Caminó la Minga y la “indiada” sacó al movimiento social y a la izquierda de su adormecimiento.