El estallido social de 2021 en Cali y la represión paraestatal.
Durante los más de 60 días que duró el paro nacional de 2021, se establecieron en Cali aproximadamente 25 puntos de resistencia, en especial en el oriente y las zonas de ladera de Cali. Dichos espacios, conformados mayoritariamente por jóvenes de barrios empobrecidos, fueron objeto de agresiones permanentes y sistemáticas. Buena parte de estas fueron perpetradas por civiles que accionaron sus armas desde vehículos carentes de identificación. En otros casos se ha podido establecer la participación directa de la Policía Nacional, en particular de los Escuadrones Móviles Antidisturbios (Esmad) y de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (Goes), que incluso se unieron a civiles y miembros de la fuerza pública sin uniforme ni identificación para disparar contra la población.
Este capítulo, escrito por José Benito Garzón, hace parte del libro ¿Del paramilitarismo al paramilitarismo? Radiografías de una paz violenta en Colombia, editado por la Fundación Rosa Luxemburgo y muestra la evidente articulación entre las fuerzas militares y fuerzas de civiles entrenadas y armadas, para cometer agresiones y asesinatos contra quienes salieron a protestar durante el paro nacional en la ciudad de Cali. El paramilitarismo no es un fenómeno de excepcionalidad, sino una estrategia estatal para eliminar al enemigo interno, categoría en la cual incluyen desde el ciudadano que protesta hasta el subversivo alzado en armas.
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