Sobre las intencionalidades del plan de desarrollo
Equipo de investigación sobre territorio y extractivismo. CEDINS.
El debate mediático sobre el plan de desarrollo del segundo gobierno de Santos se ha centrado en los conocidos “micos” y la claridad de la apuesta por la profundización del modelo extractivista. Al observar con más detalle el articulado del proyecto de ley, es posible plantear algunas inquietudes sobre la agenda extractivista de Santos.
1. El sector de la gran minería demanda aún más concesiones al gobierno de Santos. Varios proyectos estratégicos para el sector como la Colosa o Santurbán han mostrado demoras en sus tiempos de ejecución. Lo que sumado a una coyuntura desfavorable a las inversiones especulativas (bajos precios internacionales del oro), permite pensar en el aumento de la presión corporativa en el gobierno nacional por la puesta en marcha de proyectos emblemáticos que inicien la producción de oro, y consoliden la “confianza inversionista”.
2. Las concesiones contemplan entre otros casos la ya conocida reducción de tiempos de trámites a las licencias ambientales, el articulado paralelo al código de minas y la figura de “áreas de reserva para el desarrollo minero”que despierta serias preocupaciones.
3. El modelo extractivo demanda también fuertes inversiones en infraestructura y servicios, que pretenden ser acelerados durante este gobierno, bajo la batuta del “superministro” Vargas Lleras, como eje dinamizador de la economía. La figura de utilidad pública e interés social que pretende ser ampliada en el proyecto, permite pensar en la aceleración de la acumulación de tierras en zonas de interés económico y estratégico. Lo que significa a todas luces una nueva amenaza que implicaría la reconcentración de tierras en el país y en la compra ilegítima de tierras para la especulación financiera.
4. El gobierno de Santos se ha retractado en varias iniciativas legislativas de este talante. Existe la posibilidad de que muchos de los artículos sean retirados, aunque algunos de estos, de ser aprobados pueden tener devastadores efectos en la famélica institucionalidad colombiana que pretende garantizar derechos y principios constitucionales.
El modelo extractivista de Uribe/Santos parece no estar expuesto a discusión de manera alguna. El modelo está logrando el efecto de abrir y agravar conflictos territoriales en todo el país, con preocupantes consecuencias especialmente para el futuro. La insistencia y la participación casi unánime de las elites políticas en el modelo, permite pensar que no hay salidas a éste por los mecanismos institucionales. Lo que demanda la apuesta por construcciones de poder popular ancladas en los territorios y con perspectiva de agenda de país.