¿Y la paz para el campo?
Para sembrar la paz hay que aflojar la tierra. Esta sentencia, que coincide con el título de un libro de Darío Fajardo, resume un lugar común en las discusiones sobre la paz en Colombia. Buena parte de los actores sociales y políticos coinciden en que avanzar hacia una solución política al conflicto implica tomarse en serio la cuestión agraria.
Ahora que la paz, por fortuna, vuelve a estar en el centro de los debates nacionales, es necesario retomar las discusiones sobre el campo. No es un accidente que el primer punto de la agenda de diálogos entre el gobierno nacional y las FARC sea, precisamente, una “Política de Desarrollo Agrario Integral”.